Las primeras impresiones que causamos en otra persona no sólo son muy precisas, sino que además son correctas. Manejar el lenguaje no verbal es determinante porque si no apoyamos lo que decimos verbalmente con nuestros gestos, postura, tono de voz, etc, no estaremos comunicando correctamente.
El tiempo medio estimado para causar una buena impresión a nuestro interlocutor es de 30 segundos, y nuestros gestos pueden apoyar la acción verbal o contradecirla, ya que el 90% de nuestra comunicación es no verbal.
El investigador Albert Mehrabian dividió los elementos del impacto de un mensaje lanzado al gran público así:
– 7%: verbal – 38%: vocal
– 55%: gestual
El mismo investigador asegura que, en una conversación cara a cara:
– 35%: componente verbal
– 65%: lenguaje corporal
Nuestros gestos pueden apoyar la acción verbal o contradecirla , y esta es la razón por la que las conversaciones importantes deben mantenerse cara a cara: la oportunidad de observar al otro nos da las claves sobre si nos está mintiendo o no.
Algunos gestos universales son:
– Acariciarse la mandíbula: toma de decisiones
– Entrelazar los dedos: autoridad
– Tirarse de la oreja: inseguridad
– Mirar hacia abajo: no creer lo que se escucha o mentir
– Frotarse las manos: impaciencia
– Apretarse la nariz: evaluación negativa
– Golpear ligeramente los dedos en la mesa: impaciencia
– Sentarse agarrando la cabeza por detrás: seguridad en uno mismo y superioridad
– Inclinar la cabeza: interés